El pasado 18 de abril la Comisión Europea adoptó una reforma encaminada al fortalecimiento del marco para la gestión de crisis bancarias y el seguro de depósitos, la cual es considerada como una de las principales formas para fortalecer la estabilidad financiera, tener un sistema equilibrado y proteger a los contribuyentes mediante redes de seguridad del mismo sector.
La experiencia en crisis de entidades financieras medianas y pequeñas le ha demostrado al sector bancario de la Unión Europea que su gestión se ha desarrollado con el uso de los impuestos de los contribuyentes. Por lo tanto, a pesar de que la mayoría de sus instituciones cuentan con liquidez suficiente, la invitación es permitir a las autoridades organizar una mejor salida del mercado para un banco de cualquier tamaño y modelo de negocio en quiebra.
No obstante, el uso de las redes de seguridad en situaciones de crisis, debe ser solo un complemento de la capacidad interna de absorción de pérdidas de los bancos, que continúa siendo la primera línea de defensa.
Así las cosas, el nuevo marco para la gestión de crisis y seguro de depósito tiene los siguientes objetivos:
1. Preservar la estabilidad financiera y proteger el dinero de los contribuyentes. Facilitar el uso de sistemas de garantías de depósito es una herramienta para proteger de pérdidas a los depositantes en situaciones de crisis, toda vez que éstos no deben intervenir para proteger la estabilidad financiera. Sin embargo, la propuesta adoptada señala que los seguros de depósito únicamente se podrán utilizar con dicho fin y una vez los bancos agoten su capacidad interna y estén destinados a su aplicación.
2. Proteger a la economía real frente a las repercusiones de las quiebras bancarias. Con el marco propuesto, las autoridades del sector bancario tendrán diversos instrumentos para la gestión de crisis. Por ejemplo, pasar de liquidar un banco en crisis a una resolución puede resultar ser un instrumento menos perturbador para los clientes quienes podrán acceder a sus cuentas bancarias mediante la transferencia de un banco en quiebra a uno sólido.
3. Mejor protección de los depositantes. Los sistemas de garantía de depósito en la Unión Europea tienen un nivel de cobertura de 100.000 euros por depositante y banco. No obstante, el nuevo marco amplia esta protección a las entidades públicas y a los recursos depositados en fondos tales como: empresas de inversión, entidades de pago y entidades de dinero electrónico.
Así mismo, se incorporan medidas para la protección de los saldos superiores a los 100.000 euros siempre que tengan relación con situaciones como herencias o indemnizaciones de seguros.
En conclusión, la propuesta adoptada por la Comisión Europea incentiva la estabilidad financiera, la protección de los contribuyentes y depositantes, y la competitividad de su economía.